Cuatro trucos para que los hombres disimulen esos kilos de más

1. En tu talla justa y con el corte perfecto

Hasta que no tengas cuerpo de modelo, olvídate de seguir las tendencias a rajatabla. Precisamente por eso son modelos, porque les queda bien todo, ¿no? En Esquire.es somos los primeros en hablar de tendencias y prendas que vienen con fuerza, pero el secreto es que siempre debes adaptarlo a tu cuerpo para que te queden bien. Por ejemplo, si tienes las piernas gruesas, los pitillos no son tus mejores vaqueros. A no ser que lleves dos años apuntado a Crossfit olvídate de las camisetas ajustadas.

En realidad es muy fácil: si has engordado un poco puedes optar por prendas más holgadas, que tengan un punto oversize, o al menos que sean de corte regular. Crea línea rectas con tu propia figura (para encubrir redondeces) con capas: una blazer ligera para el trabajo o una chaqueta vaquera o una bomber para el fin de semana

2. No sólo de negro vive el fofisano

Este truco se lo sabe todo el mundo: el negro adelgaza… y además potencia el moreno, pero también atrae el calor. Por eso hay que jugar con él de forma inteligente: escoge prendas que sean de tejido fresco como el lino o el algodón natural en verano.

El negro no está solo en su lucha contra las mollas. El azul marino es una grandísima alternativa porque hay muchas prendas en las tiendas de ese color y puedes crear looks junto con el negro muy atractivos. Grises y marrones están permitidos. Los blancos los dejamos para el cuello de la camisa, la suela de la zapatilla, algún accesorio… para crear contraste.

3. Siempre positivo y con rayas verticales

«Nunca negativo». Querido Louis van Gaal, todo un fofisano de los banquillos. Menos mal que eligió el Barça y su camiseta de rayas blaugranas y no el Real Madrid con su camiseta blanca y radiante.

Todo es un juego óptico: las rayas horizontales ensanchan, las rayas verticales alargan. La geometría se pone al servicio de la moda y esta temporada además son tendencia las camisas de rayas anchas en diversos colores, con que hazte con unas cuantas. Las camisas Oxford de toda la vida también son un gran acierto, así como los trajes de raya diplomática.

4. Huye de los estampados como de los carbohidratos

A tu lista de enemigos comunes tienes que añadir uno más: las prendas a todo color. Por mucho que te digan que los colores neon son el último grito, como buen fofisano debes saber que ya se te ve demasiado así que no hace falta llamar más la atención.

Los estampados de flores, lunares, camuflaje, geometría variada… ¡descartados!, aunque los cuadros tienen su punto si están en tonos oscuros.

Los cinturones tienen talla. Repetimos. Los cinturones tienen talla así que coge uno (discreto) de la tuya y no estrangules tu figura. La opción tirantes tan sólo te marcará más la tripa y el trasero, así que pasa a mejor vida.

Para la ropa deportiva, nada de prendas de comprensión hasta que no te quedes como el monitor de spinning. Si haces natación, mejor un bañador de pantalón corto que un slip o un boxer, por aquello de no ajustar. Y por muy fan que seas de un equipo de fútbol, cuidado con las camisetas que ajustan, que se ve cada cosa los domingos en los estadios…